martes, 3 de abril de 2012

CHILE DEJA PASO AL VERSO



Llevaba entreabierta muchos años

manchada de miedos y repulsas,

justificada en potenciales daños,

encasquillada con miles de excusas.



Hasta que un día, de golpe y porrazo,

se abrió la ventana de la ilusión

y a la estrofa de arriba di portazo

ahora o nunca se llamaba mi avión.



Dubái, artificial oasis de negro oro,

abrió las puertas del lejano Oriente

alfombra hacia Hong Kong, rico faro,

la lanzadera del gigante creciente.



Katmandú, aun de fango ruidoso,

sonrió guiñando su tímido namasté

y en salto sobre paisaje rocoso

se presentó su majestad Everest.



Bután antaño condado de gurú bisoño

donde ahora feliz cuento de dragón,

áquel que voló en acompañado otoño

a la historia en HD del mito Japón.



Libertad, mas de frágil rojo acuarela,

así sabe la agridulce salsa China

quedando Vietnam, de paz jovenzuela,

reservada a ex-veterana cita divina.



Vete lejos, muy lejos, nube jemer roja

deja por fin salir el sol en Camboya

 que al ponerse éste, qué paradoja,

Tailandia con sexo y fuego te arroya.



Da ejemplo Malasia de civismo

hasta el punto de alargar mi salida

pero termina en moderno abismo;

Singapur invita a la estampida.



 De repente se coló la intrusa Filipinas

mostrando la moneda del corazón

la misma que usa, aun sin propinas,

una Indonesia única y sin parangón.



Nueva Zelandia va y se desnuda

mostrando diversión y naturaleza

Perú es deliciosa, ¿qué digo? cojonuda

pero me llevará a casa, ¡qué pereza!



En Chile, no tengo otra, hago un alto;

sin preguntarle siquiera robé su espacio

de Santiago a sus poetas resalto

de Pascua su magia color topacio.



Chile, tierra de grandes literatos

en prosa, verso o Rapa Nuí

por ellos va este osado formato

justo pago a lo fugaz que fui.



Te pregunté en octubre: ¿soñar o volar?

a ti amigo lector de mente inquieta

¡VUELA y volverás a SOÑAR!

te confieso ahora mi respuesta.





* Acto seguido, pido disculpas a los lingüistas por este irrespetuoso simulacro de poema bajo la etiqueta de verso libre. Tras haber disfrutado del parque de atracciones de Nueva Zelandia, Chile me llevó de la mano de nuevo a la esencia de mi viaje; el contacto con la gente local. Así que pretendía, sin más, agradecer esto a Manuel que me leyó los rincones de su ciudad, a Luchoardo que me recitó sus versos con pasión y, sobre todo, a Alejandro que me dedicó los suyos en eterna impresa. Isla de Pascua y los nativos rapa nui pusieron la guinda a una intensa semana. Es una isla tan mágica que hasta me regaló esta imagen, metáfora de un viaje que está llegando a su ocaso pero que está salpicado de momentos y experiencias inolvidables.




Tips:


¿Qué vi? = Santiago de Chile, San José de Maipo, Isla de Pascua (Rapa Nui)

¿Dónde dormí? = Casa de Alejandro y tienda de campaña en camping.

¿Qué comí? = Dominó, empanadas y napolitanas varias, hika con taro, tabaque, pan de huevo y de bebidas cerveza de Isla de Pascua: Mahina, mote con huesillo y el mejor Terremoto, el de La Piojera.

¿A quién vi? = Alejandro López, ingeniero y poeta reconocido que me alojó en su casa y me trató como a un rey (gracias de nuevo y suerte con esa novela). Manuel Yáñez, al que conocí hace tres años en un viaje y que me enseñó lo mejor de Santiago con simpatía y buena compañía (un gusto volver a coincidir contigo). Una hora con Luchoardo Montenegro, que me recitó pura poesía andina. Y la holandesa Judith, mi compañera motera en la isla (I really wish you never lose that smile during your Southamerican 2012).

¿Qué traba encontré? = Tan solo el poco tiempo para ver más cosas. El resto fue como la seda.

¿Qué me agradó? = La amabilidad de la gente y de mis anfitriones. Volver al colesterol (5 meses después cayó un buen bifé…). El paisaje de Isla de Pascua es impresionante, lo que se acompaña de pocos habitantes y pocos turistas. Te hace sentir solo en la isla. La cortina de estrellas del hemisferio sur con cielo limpio y sin luna me tuvo horas con el cuello hacia arriba.

¿Qué me disgustó? = Los precios caros de Rapa Nui pero nada que no fuese de esperar.

¿Qué medios usé? = Autobús urbano, micro interurbano, metro, coche, moto, avión.

¿Kilómetros recorridos? = 52 en moto, 45 en bus, 27 en coche, 15 en metro y 31 andando.

¿Qué lado conducen? = Derecha.

¿Precios (Isla de Pascua)? = Camping (con tienda y colchoneta) 9 euros, gasolina 1,20 ct/lit, botella grande de agua 2,27 euros, comer bien en restaurante medio 25 euros, de empanadas por 6 euros. Alquiler moto: 28 euros el día.

Curiosidades = Salí el lunes 19 de Auckland a las 16:40 y llegué el lunes 19 a Santiago a las 11:00 de la mañana tras casi 11 horas de vuelo. Ese lunes duró 40 horas. Cuesta hacerse con el acento y tantos modismos como usan los chilenos. El sistema de metro de Santiago en horas punta está ideado para que el tren pare en la mitad de las estaciones de la línea. La otra mitad la cubre el tren siguiente, así se reparte la gente y se llega antes, no lo había visto antes. Disolvieron una manifestación en el centro mientras estábamos allí; el gas lacrimógeno se queda en la nariz mucho tiempo.

2 comentarios:

  1. De verso libre nada, estos son sonetos con estructura ritmica ABAB :)
    Que te seguimos desde Amsterdam: al final no vas a necesitar que te lleve las chanclas?

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    Respuestas
    1. Gracias holandés. Son rimas infantiles pero sí te aseguro que cada frase tiene un porqué y un contenido más extenso, que han sido unos meses muy intensos en cuanto a emociones y experiencias.

      Pues te propongo que ahora vaya yo a llevártelas a ti a algún sitio con los puntos que acumulé en Iberia...

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