miércoles, 2 de mayo de 2012

THE END?

¡¡Saludos desde tierras hispánicas!!

Pues toca poner el cierre a medio año inolvidable y al mejor "despilfarro" que he hecho en mi vida. Y, cómo no, lo primero es daros las GRACIAS por vuestro seguimiento. Me lo he pasado muy bien llenando el blog de contenidos pero también leyendo vuestros comentarios y vuestros emails. El complemento perfecto a esta aventura. (Y gracias también por el recibimiento en el aeropuerto, que fue muy cálido)

Claro que ahora, desde este frío sofá le doy vueltas a que:

- Hay muchas fotos que no han visto la luz;
- Quedan cosillas por contar;
- Hay que celebrar que el blog ha tenido más de ¡¡ 10.000 visitas !!
- Traigo recetas de platos exóticos;
- Hay anécdotas y secretos por ahí sueltos;
- Y buena música pendiente;
- Y, sinceramente, no me apetece que termine el viaje tan de sopetón así que....

... me voy a pensar si le quito el signo de interrogación o no al título...

JD


Warm greetings from home:


It is time now to add the last entry to this blog. During the last half year I have tried to express what I felt across this unforgettable trip. By far, the best “waste of money” I have ever made. However, these last words are meant to say THANK YOU for following my crazy texts and for adding your comments on the blog or via email. I really appreciate it. You very welcome them when you are so far away.


Nevertheless, from this cold chair, I realize that:


-          There are many pictures you have not seen yet;
-          Likewise some tales and secrets;
-          We should celebrate the blog has received more than 10.000 visits!!
-          I brought some exotic recipes along;
-          And nice CDs;
-          But, mainly, I do not feel like closing the door yet. Thus….
 

…. I will think whether withdrawing the question tag to the title or not…


JD


lunes, 16 de abril de 2012

LA PACHAMAMA PERUANA

 

MENÚ EJECUTIVO (¡¡Por solo 8 nuevos soles = 2,5 euros!!)


ENTRADAS



-          Papas a la Huancaina o picante asentamiento desértico de Lima en salsa de afiladas playas al Pacífico.

-          Caldo de Quinua o caliente y espesa selva amazónica de Madre de Dios.

-          Sopa de la casa o desafiantes cortaditos del Cañón del Colca aderezados por el temido cóndor.

-          Crema de verduras o fresco paseo por la sierra peruana con tapa de Puma Gris (lago Titicaca).

-          Chupe de pescado o sabrosísima (con tropezones de caros dólares) visita a la sin igual Machupicchu.

-          Ají de gallina o menestra de deliciosa y familiar estancia en Cuzco y Valle Sagrado.



DE FONDO



-          Sarsa de Pata o guarnición por doquier de encantadores peruanos.

-          Rocoto relleno o completo de ayuda, consejos y agradecimientos por visitarles.

-          Guiso de alpaca o seco de regateo en hoteles y excursiones.

-          Lomo salteado o saltos radicales de entornos y ambientes por todo el país.

-          Arroz Chaufa con pollo o confitura colorida de los cotidianos trajes típicos locales.

-          Chicharrón de pescado o sopa de letras en un castellano muy correcto enriquecido con algunos modismos.

-          Chicharrón de carne especialidad “La Lucha” o delicatesen quechua o aimara en varias regiones.

-          Mondongo de pollo o combo de comida muy barata y alojamiento y traslados económicos.

-          Ceviche de pescado o lágrimas de peruanos que no se puedan costear visitar su propio legado inca.

-          Calabresa o embutido “de gente pobre sentada en silla de oro” en mención a la minería áurica peruana.

-          Milanesa de pollo (mucho pollo) con arroz (mucho arroz) o costillar de calles sobre centro de plaza de armas como herencia urbanística hispánica.



BEBIDAS



-          Refrescos caseros o coctel variado de vuelos internos pero de difícil gestión de compra.

-          Inca Cola o macedonia de agencias de viaje, actividades y excursiones.

-          Cerveza Cusqueña o picado de kilómetros sin asfaltar y largas comunicaciones terrestres.

-          Pisco Sour o licuado de buses, micros y taxis sin orden ni control.

-          Chicha de maíz o exóticas excursiones diurnas y nocturnas por la selva.

-          Mate de coca o complemento de guías preparados y con aceptable inglés.




POSTRE


-          Pastel de Choclo u hojaldre de florida y económica artesanía.

-          Gelatinas varias o devotas tartas con velas en las procesiones de Semana Santa.

-          Alfajor de dulce de leche o suflé de cambiante clima en el mismo día.

-          Helados de venta ambulante o tutifrutti de cocinas. Dicen –créanles- que puedes comer platos distintos los 365 días del año.




* Pachamama significa, en idioma quechua, “Madre Tierra”. En la creencia andina, la Pachamama es en muchas ocasiones más venerada que algunos dioses. De hecho, tradicionalmente antes de almorzar o cenar, y antes incluso de bendecir la mesa y dar gracias a Dios por la comida, se suele tirar una cucharada de ésta en el suelo como agradecimiento a la Pachamama de tener alimento y poder compartirlo con la familia.

Además, la leyenda  inca explica a los niños que el Papá Cielo reúne agua y se la da, en forma de lluvia, a su esposa, la Mamá Tierra. Ésta –la Pachamama- se convierte entonces en la gran responsable que repartirá entre sus hijos (los distintos sembrados en andenes, que de ahí viene el nombre de los Ándes) esa agua en su cantidad y temperatura correspondiente (en cada andén o era se sembraban distintos tubérculos puesto que, en efecto, cada estrato tenía una temperatura y un nivel de agua diferente)



Tips:
 

¿Qué vi? = Arequipa, Cañón del Colca, Puno, Lago Titicaca, Cuzco, Valle Sagrado, Machupicchu, Selva amazónica de Madre de Dios, Puerto Maldonado, Lima

¿Dónde dormí? = En hoteles, hostales, cabañas y buses.

¿Qué comí? = De todo lo que dice el menú. Creo que nunca vi un país con tanta variedad gastronómica y tan económica. He comido menú hasta por 70 centímos de euro. Es una deliciosa fusión de productos locales con herencias hispánicas e injerencias internacionales.

¿A quién vi? = A Graci que vino a asegurarse que volvía para España. Marta, simpática catalana que conocimos en Puerto Maldonado. Carlos, guía de la jungla. Ingrid y Paco que nos dieron de comer por unos días con enorme simpatía. Y muchos lugareños y turistas latinoamericanos muy simpáticos.

¿Qué traba encontré? = El tiempo que demora moverse de un sitio a otro. El calor y los mosquitos de la selva. Nada sin mayor importancia.

¿Qué me agradó? = La comida, repito, es excepcional. Hasta el punto de recuperar bastantes de los kilos perdidos en estos meses. Los paisajes son abrumadores y los cambios de entorno fascinantes. El peruano es muy cordial.

¿Qué me disgustó? = Hay poca información para viajar por tu cuenta y no caer en excursiones guiadas y organizadas. Machupicchu se convierte en muy caro por cuanto tienes que comprar entradas, bus de acceso y tren para llegar.

¿Qué medios usé? = Autobús y micros urbanos, bus interurbano, tren, avión, metrobús, taxi, motocar, lancha a remo y a motor, kayak.

¿Kilómetros recorridos? = 2.412 en bus, 80 en tren, 45 en coche/taxi, 36 embarcaciones varias y 51 andando.

¿Qué lado conducen? = Derecha.

¿Precios? = Hotel 10-25 euros/habitación doble. Gasolina: 1,10 euros/lit. Botella grande de agua (2,5 lit): 1 euro. Comer bien en restaurante medio: 6 euros, en baratos por 2 euros.  

Curiosidades = La diferencia abismal de precios (y también de buses, trenes, disponibilidad de tiques aéreos, accesos) para turistas extranjeros y locales y que, sin embargo, no sirva esto para que los locales puedan conocer más su propio país. El enorme mercado negro de extracción de oro que hay en Madre de Dios (ejemplo de la economía sumergida en Perú en general) y que está contaminando el entorno. La religión –impuesta- católica, practicada en iglesias, es compatible con la religión andina que se practica más en casa.


El puro del menú es en forma de chiste peruano que aireaba la radio del taxi de camino al aeropuerto: ¿Qué se dicen una pareja de jardineros enamorados? “Seamos felices mientras podamos…”


martes, 3 de abril de 2012

CHILE DEJA PASO AL VERSO



Llevaba entreabierta muchos años

manchada de miedos y repulsas,

justificada en potenciales daños,

encasquillada con miles de excusas.



Hasta que un día, de golpe y porrazo,

se abrió la ventana de la ilusión

y a la estrofa de arriba di portazo

ahora o nunca se llamaba mi avión.



Dubái, artificial oasis de negro oro,

abrió las puertas del lejano Oriente

alfombra hacia Hong Kong, rico faro,

la lanzadera del gigante creciente.



Katmandú, aun de fango ruidoso,

sonrió guiñando su tímido namasté

y en salto sobre paisaje rocoso

se presentó su majestad Everest.



Bután antaño condado de gurú bisoño

donde ahora feliz cuento de dragón,

áquel que voló en acompañado otoño

a la historia en HD del mito Japón.



Libertad, mas de frágil rojo acuarela,

así sabe la agridulce salsa China

quedando Vietnam, de paz jovenzuela,

reservada a ex-veterana cita divina.



Vete lejos, muy lejos, nube jemer roja

deja por fin salir el sol en Camboya

 que al ponerse éste, qué paradoja,

Tailandia con sexo y fuego te arroya.



Da ejemplo Malasia de civismo

hasta el punto de alargar mi salida

pero termina en moderno abismo;

Singapur invita a la estampida.



 De repente se coló la intrusa Filipinas

mostrando la moneda del corazón

la misma que usa, aun sin propinas,

una Indonesia única y sin parangón.



Nueva Zelandia va y se desnuda

mostrando diversión y naturaleza

Perú es deliciosa, ¿qué digo? cojonuda

pero me llevará a casa, ¡qué pereza!



En Chile, no tengo otra, hago un alto;

sin preguntarle siquiera robé su espacio

de Santiago a sus poetas resalto

de Pascua su magia color topacio.



Chile, tierra de grandes literatos

en prosa, verso o Rapa Nuí

por ellos va este osado formato

justo pago a lo fugaz que fui.



Te pregunté en octubre: ¿soñar o volar?

a ti amigo lector de mente inquieta

¡VUELA y volverás a SOÑAR!

te confieso ahora mi respuesta.





* Acto seguido, pido disculpas a los lingüistas por este irrespetuoso simulacro de poema bajo la etiqueta de verso libre. Tras haber disfrutado del parque de atracciones de Nueva Zelandia, Chile me llevó de la mano de nuevo a la esencia de mi viaje; el contacto con la gente local. Así que pretendía, sin más, agradecer esto a Manuel que me leyó los rincones de su ciudad, a Luchoardo que me recitó sus versos con pasión y, sobre todo, a Alejandro que me dedicó los suyos en eterna impresa. Isla de Pascua y los nativos rapa nui pusieron la guinda a una intensa semana. Es una isla tan mágica que hasta me regaló esta imagen, metáfora de un viaje que está llegando a su ocaso pero que está salpicado de momentos y experiencias inolvidables.




Tips:


¿Qué vi? = Santiago de Chile, San José de Maipo, Isla de Pascua (Rapa Nui)

¿Dónde dormí? = Casa de Alejandro y tienda de campaña en camping.

¿Qué comí? = Dominó, empanadas y napolitanas varias, hika con taro, tabaque, pan de huevo y de bebidas cerveza de Isla de Pascua: Mahina, mote con huesillo y el mejor Terremoto, el de La Piojera.

¿A quién vi? = Alejandro López, ingeniero y poeta reconocido que me alojó en su casa y me trató como a un rey (gracias de nuevo y suerte con esa novela). Manuel Yáñez, al que conocí hace tres años en un viaje y que me enseñó lo mejor de Santiago con simpatía y buena compañía (un gusto volver a coincidir contigo). Una hora con Luchoardo Montenegro, que me recitó pura poesía andina. Y la holandesa Judith, mi compañera motera en la isla (I really wish you never lose that smile during your Southamerican 2012).

¿Qué traba encontré? = Tan solo el poco tiempo para ver más cosas. El resto fue como la seda.

¿Qué me agradó? = La amabilidad de la gente y de mis anfitriones. Volver al colesterol (5 meses después cayó un buen bifé…). El paisaje de Isla de Pascua es impresionante, lo que se acompaña de pocos habitantes y pocos turistas. Te hace sentir solo en la isla. La cortina de estrellas del hemisferio sur con cielo limpio y sin luna me tuvo horas con el cuello hacia arriba.

¿Qué me disgustó? = Los precios caros de Rapa Nui pero nada que no fuese de esperar.

¿Qué medios usé? = Autobús urbano, micro interurbano, metro, coche, moto, avión.

¿Kilómetros recorridos? = 52 en moto, 45 en bus, 27 en coche, 15 en metro y 31 andando.

¿Qué lado conducen? = Derecha.

¿Precios (Isla de Pascua)? = Camping (con tienda y colchoneta) 9 euros, gasolina 1,20 ct/lit, botella grande de agua 2,27 euros, comer bien en restaurante medio 25 euros, de empanadas por 6 euros. Alquiler moto: 28 euros el día.

Curiosidades = Salí el lunes 19 de Auckland a las 16:40 y llegué el lunes 19 a Santiago a las 11:00 de la mañana tras casi 11 horas de vuelo. Ese lunes duró 40 horas. Cuesta hacerse con el acento y tantos modismos como usan los chilenos. El sistema de metro de Santiago en horas punta está ideado para que el tren pare en la mitad de las estaciones de la línea. La otra mitad la cubre el tren siguiente, así se reparte la gente y se llega antes, no lo había visto antes. Disolvieron una manifestación en el centro mientras estábamos allí; el gas lacrimógeno se queda en la nariz mucho tiempo.

domingo, 25 de marzo de 2012

DISNEYLAND NEW ZEALAND


KIA ORA TATOU! Haere mai to Disneyland New Zealand!!! Welcome to a perfect world of amusement, great entertainment, wild life, cool people, unbeatable landscapes and never-ending fun!!

The rollercoaster is awaiting you to cross both islands from North to South, from the first sun rises in the world to the charming sunsets, from Maori traditions to advanced technology, from deeper sea-dives to highest sky-dives, from unexplored caves to unreachable mountain craters, from black beaches to white sand bays, from endless trekking trails to long day sailings, from beach surfing to glacier exploring routes, from panoramic roads to exotic train tracks, from modern cities to deserted fiords, from –nothing is free in New Zealand- hundreds to thousands of dollars. Don’t think it twice. HOP ON! 


New Zealand is proud to offer all this and much more to every cuz who wish to visit this further corner of the world. Should you know that visa entry becomes an easy procedure (meticulous food and virus control to expect, though) and even working is an attractive purpose for many foreigners. European standard accommodation, international food (plus local famous fish & chips), superior road network, many activities companies and Nature are just out there. COME ON!!. Grab your jandals, togs and sunnies for your Tiki tour and explore it up!!


Kiwis (local people named as the Kiwi shoes polish cream became the most popular NZ item for visitors to take with them) will show you all around nicely and friendly. Are you an urban piker? Then you can enjoy the fourth mass land city in the world Auckland, the “City of Sails”, and its volcanoes and sail races, the “windy capital” of Wellington, “second largest” city Christchurch or “the adventure capital of the world”, Queenstown. But maybe you want something else, right? So get off the beaten track and cross the alpine craters of Tongariro, walk for days besides the sea at Abel Tasman Park, get lost at Mountain Cook, gawk the worldwide known Milford Sound, participate in a unique Maori Haka dance or dare to try the Tranzalpine trail option of Arthur’s Pass train trail. Not enough? Brave bro, eh? Let’s endeavor wop-wops then or join cool activities such as swimming with dolphins, sandboarding, surfing, kayaking, rafting, glacier treks, helicopter scenic flights or sky dive. All over the country!!


 Whereas you can find amusement parks artificially made up green and natural in other places of the planet, NZ is a virgin wild land where all activities suit nature-friendly. Moreover, we guarantee safety and fun during your trip, we always promote eco-friendly measures and we make sure you have a comfy stay. Hey, didn’t you know this is the Perfect Country? Ai! Don’t trust us? Test us out. Will you suddenly need a toilet in a deserted bay beach? There it is. Are you scared of spiders or snakes? No animal will hurt you greatly. They simply do not exist here –just a few mosquitoes- Didn’t bring the accurate clothes or equipment for activities? You can hire them in many places (fee applies). Don’t like the weather? Just wait 5 minutes…


All you need to enjoy the rugby world champion country is a pocket fairly full of money as most of the activities are guided and monitored. Free explorers will have a hard time, though. Rent a caravan or easily join one of the hop-on hop-off buses such as Kiwi, Stray or Nakedbuses and the drivers will take you everywhere, give you explanations, assist you in your needs and guide you along the way. Get on and off as many times as you like for a few days and meet new mates. Time runs slowly as live is wild and funny down here, ensure yourself you fully enjoy it!!

Despite Dutch Abel Tasan first sighted NZ on December 1642, it was Captain James Cook who first established relationship with the Maories tribes in 1769. The Treaty of Waitangi in 1840, despite controversial, meant the formal agreement between the two races and created a new country under the British Sovereignty. And now you can be the next explorer in “the newest nation in the world”!!


Isn’t it AWESOME? 

TIPS:


I saw? = 90miles route (Cape Reinga), Auckland, Raglan, Rotorua, Tongariro alpine crossing, Wellington, Nelson & Abel Tasman Park (South Island).

I slept? = Hostel dorms and rooms.

I ate? = Fish & Chips, goat with curry, hamburgers, BBQ, food cooked in geothermal natural ovens and maaaaany sandwiches.

I met? = The Stray bus passengers throughout the North Island. A great team from Canada, UK, Switzerland, Germany, Sweden, Brazil, Finland, USA, France. Among them I was lucky meeting Erika, a silent girl searching for answers at this Southern latitudes after turning her world upside down –I really wish you find your “Southern Cross”-; Martin, who decided travelling will be his first aim despite his age –good move, mate, we had great time together-; Edwin, a shy but great guy who will lope the planet this year –make a stop in Malaga if possible.

Troubles? = This is a totally poles apart destiny after visiting Asia so it takes a while to fit in. Everything is hugely expensive too. Lack of time to visit the South Island except for two days around Nelson. Really worthwhile, though. Knee pain for days after the crossing.

Like most? = The combination of Nature and activities becomes really unique along the country. The 73 km bus ride along the 90 miles beach. The Tongariro Alpine Crossing is breathtaking. The caving expedition was outstanding. The bus mates, we definitely had a smashing time together. Abel Tasman Park and the sunset in Nelson.

Disliked most? = The food lacks of variety despite its high cost. You had to pay a fairly high fee for internet access everywhere.

Transport means? = Bus (2.804km), hired car (420), ship (61), walking (80)

Side they drive? = Left hand side.

My Prices? = Hostel room: 20 € a night. Bus ticket: 350 € (2.700 km). Food: 10 € fast food, 20 € for restaurant. Bottle of water: 0,90 €. Petrol: 1,40 euro/l.

Bric-a-brac? = Swimming in springs water pools in rivers and beaches. The accent turns a bit difficult to understand at first but you get use to it. Very informal, though by using a lot of local expressions, slang words and tips like “mate”, “bro”, “cuz” and other stuff. Everything is “awesome” there.

viernes, 9 de marzo de 2012

INDONESIA, DEL NEGRO AL BLANCO


Abatido por el cansancio y tentado por los relucientes asientos vacíos contiguos, Ganesha pareció vencer el duelo contra pasajeros borrachos y mensajes comerciales  uniformados en su intento de conciliar el sueño. Aun así, su principal insomnio no era la estrechez del avión sino el torrente de sensaciones que le proporcionaba su próximo destino y que a duras penas conseguía ordenar.


Indonesia, ya de por sí, se adivinaba como una tierra de contrastes naturales asombrosos donde la desnudez de las playas exóticas daba paso en apenas escasos kilómetros a montañas vestidas de delicado arroz, volcanes luciendo estirada falda de lava y pueblos tejidos de floridos abrigos. Semejante vestíbulo da colorido a uno de los países más poblados del planeta, con más de 240 millones de sonrisas y saludos. Del aroma religioso destacan los templos hindúes del siglo VIII o la tendencia hinduista de Bali, si bien la inmensa mayoría sigue obediente la llamada de los minaretes que salpican todo el país. Un país convulso políticamente, de joven independencia, de tiranteces internas y que comparte teóricamente en paz territorio en islas con Papua, Timor o Malasia. Una nación que lucha incansable y afanosamente contra la Madre Naturaleza. ¿Qué habrá hecho Indonesia, se preguntaba Ganesha, para que el 83% de su territorio esté constantemente bajo la amenaza de terremotos, tsunamis, volcanes, inundaciones o ciclones? Recordaba nuestro viajero que en 2010 murieron miles de personas asoladas por la erupción del volcán Merapi, en Java; que en 2006 el actor principal fue un violento tsunami o que en navidad de 2004-5 Sumatra sufrió un devastador terremoto con miles de víctimas; poco después de que el ser humano también reclamase envidioso su protagonismo asesinando sádicamente a más de 200 personas en Bali. A pesar de eso, la hospitalidad indonesia tiene fama mundial y culturalmente es difícil batir a una sociedad insular, donde el mar es un imán que ha atraído y repelido todo tipo de pueblos, ciencias y creencias. Además, por si esto no fuese suficiente atractivo, ciertos condicionantes temporales se habían añadido a este mosaico. Sin ir más lejos, Indonesia supondría el cierre a este inolvidable periplo asiático que ha tenido absorto a este aventurero europeo durante más de cuatro meses y, como añadido, tenía reservado una posición emblemática dentro del itinerario de sus viajes. Con todo esto, ¿cómo iba a poder conciliar el sueño? Se reincorporó en su asiento y dio la bienvenida a las primeras luces de Java primero y a las primeras playas de Bali tan solo unas horas después.



El destino, aun ajeno a la ausencia de sueño, no quiso desmerecer tanta expectación y diseñó un despertar de impacto. La mítica Bali resultó ser una perfecta y desagradable tela de araña donde chocar una y otra vez. Un infernal enjambre de turistas y locales, despreocupados y descuidados los anteriores con los últimos y a la caza sin cuartel de los primeros por parte de los segundos. Un panel de tiendas, agencias, bares, restaurantes, hoteles y agentes comerciales, aderezado por un tráfico pegajoso, caótico y ruidoso donde las bocinas imperan sobre las normas de circulación. Parece como si las recatadas normas musulmanas del resto del país sufriesen aquí, en el único territorio predominantemente hindú, su revancha más salvaje alentada por hordas de australianos. Aturdido, nuestro protagonista, se pierde en busca del refugio de su cámara apuntando a un sol que se avergüenza por el oeste. Sin embargo, la decepción se apodera de nuevo de él por primera vez este viaje al aventurarse a nadar en una de las playas más sucias que ha visto en su vida.



Dispuesto a no dejarse influir tan pronto, Ganesha dio la bienvenida a la providencia disfrazada de simpático y apuesto mexicano veinteañero y saltó sobre unas ruedas a las que pidió en secreto desenmascarar el verdadero espíritu de la isla. Una apuesta que resultó certera. El interior de la isla ablandó poco a poco su gesto y saludaba con amabilidad el paso de los dos hispanos a la vez que adornaba con el colorido hindú de esta época del año su recorrido. Paralelamente la costa este, cansada de llorar humo de volcán, invitaba con inusual arena negra a rebautizar de nuevo Bali con mansa agua marina.



Para seguir aclarado el turbio inicio indonesio, Ganesha decidió dejar mochila, internet, recuerdos, cerveza y fiesta por unos días y perderse en Gili Teranwangan, una paradisiaca isla cuyo contorno es factible de ser explorado por completo en un absorbente paseo sobre arena blanca en menos de dos horas. Una fuente de energía e inspiración rociada de remotos escondites donde pensar, leer, escribir, dibujar o simplemente perder vista y mente y no dejarlos volver en horas con la única excusa de disfrutar de la puesta de sol o de espiar a la luna en su primer baño en el mar.


La segunda semana amanece en Bromo, mítico cráter en la costa este de Java. Anuncian erróneamente las guías que es un volcán apagado en la actualidad. Pasear por su explanada gris, ascender a su cráter, jugar con sus sombras, discutir su eco o plegarse a su imponente figura certifican esa errata. Para los más incrédulos, la puesta de sol desprenderá una luz y una energía majestuosas y contemplar la salida del astro rey perdurará durante días en sus retinas. Un color y un calor si acaso extrapolable a lo humano en la cena de la noche siguiente en Surubaya. Atrevido como acostumbra, nuestro protagonista da esquinazo a las avenidas principales de esta ciudad industrial y se adentra por pasadizos estrechos de un humilde barrio musulmán olvidado de los mapas turísticos. Un derrotero que inicia con un nuevo compañero de aventuras de Portland y que termina en un puesto ambulante rodeado de críos de llamativas camisetas futboleras, miradas cruzadas de madres curiosas y osadas preguntas de jóvenes y adultos. Un calor humano que no merma a pesar del aguacero que les obliga a abandonar el lugar con el agua por los tobillos.



Por si la fotosíntesis no se hubiese completado aun, los siguientes días blanquearán definitivamente aquello que empezó oscuro y tenebroso. Auspiciado por Couch Surfing, los dos exploradores experimentarán el máximo exponente de la hospitalidad indonesia. Tatang, coordinador de tareas de rescate y de emergencia tras desastres naturales, les cederá su cama, su casa, su plato, su tiempo y sus tres generaciones de familia durante una semana cerca de la monumental Yogyakarta, al sur de Java. Platos de interminable comida, interesantes charlas frente a cortinas de repentina lluvia, películas de concienciación ante catástrofes naturales, partidas de ajedrez, visitas culturales o simplemente un buen té y un periódico sustituirán a albergues, fiestas, comidas de puestos ambulantes o rutas nocturnas. Una acogida tan sencilla como pura. Más aun para Ganesha cuyo cuerpo parece haberle recordado que, a pesar de su prestado nombre divino, es humano. Estómago suelto, dolor de cabeza, sudores y fríos alternos y fatiga extrema azotan aprovechando algo de cansancio, debilidad y pérdida de peso. Por suerte para él, se encuentra en familia y así lo tratan hasta que se recupera lo suficiente para poder continuar no sin antes dar las gracias de corazón por la hospitalidad, por haber sido mimado constantemente, por la desinteresada atención recibida, por recibir una sonrisa cada día de más de lo previsto que se tenía que quedar, porque la amabilidad y la acogida sobrepasan con creces los límites de la corrección y el recibimiento.



Una educación y una deferencia que asoma por doquier. Ganesha escuchará asiduamente en buses, plazas, calles y senderos de la explanada de Dieng o por anónimos poblados el rítmico estribillo de “hello, Mister!!”, encontrará asistencia constante para llegar a los escondidos cráteres sin reparar en el idioma, cruzará sonrisas y miradas con estudiantes y ancianos, platicará con lugareños encantadoramente incautos y atrevidos, recibirá amenas clases de cocina local, dormirá gratuitamente en la cama de un hostelero que traduce overbooking por sofá  y no encontrará mejor color que el dorado cincuenta para enmarar para siempre su inolvidable paso por Indonesia.



Pd: Ganesha es el nombre del hijo de Tatang. Su nombre significa Dios del Conocimiento y, en segunda acepción, Protector del Viajero.


Tips:


¿Qué vi? = Bali, Gili Terawangan, Mt Bromo, Solo, Yogyakarta, Borobudur, Dieng, Bandung.

¿Dónde dormí? = Casa familia indonesia, hotel barato, albergue, minibús.

¿Qué comí? = Sate kambing, gule kambing, mae goreng, pumking curry, beef rendang, bakso, progo, bambú y bebida es jeruk, ginger con azúcar morena y leche de soja.

¿A quién vi? = A la familia que me acogió comandada por Tatang, Renie, Elmy, Diro, Ganesha, Mujirah, Rasya, además de Hugo (México) y Zacht (USA) con los que compartí unos días. Al increíble muchacho regente del hostal de Dieng, Dwi que daba las gracias por elegir su local mientras me alojaba gratis la última noche, me enseñaba recetas de cocina y me brindaba su mejor bebida.

¿Qué traba encontré? = Por primera vez estuve unos días semi-enfermo con dolor de cabeza, fatiga, golpes de calor, sudores, fríos y vientre suelto. Supongo que algo me sentó mal y mi cuerpo también dio un toque de atención. Me tuvo unos días fuera de combate y muy cerca de visitar el hospital.

¿Qué me agradó? = La amabilidad de la gente una vez más salvo en contadísimos sitios. Como saludan por la calle y te dedican un “hello mister” una y otra vez. Entre ellos se llaman hermano y hermana también y a los mayores se les habla con un respeto cautivador. Hay bastante educación. La zona de los volcanes es trepidante.

¿Qué me disgustó? = Bali fue una decepción. Además, hay más basura, mal olor y suciedad por dejadez de la gente. Prefieren tirar un vaso al mar que a la papelera.

¿Qué medios usé? = Autobús de línea, urbano, tren, ferry rápido, minibús, bicicleta con asiento para pasajero, taxi, avión, moto alquilada.

¿Kilómetros recorridos? = 564 km en tren, 1.041 en bus y jeep, 80 en otros y otros 80 andando.

¿Qué lado conducen? = Izquierda.

¿Precios? = Hotel 9 euros, albergue 3,5 euros, gasolina 82 ct/lit, botella de agua 37 ct, comer bien en restaurante medio 8 euros, en la calle por 2 euros. Tren: de 3 a 25 euros unos 350 km.

Curiosidades = Segunda experiencia con Couch Surfing y muy agradable de nuevo. País musulmán por lo que hay menos diversión nocturna. Mejor conocimiento del inglés del esperado. Gran afición al ajedrez, pude jugar en más de un sitio. Ningún indonesio te dirá que no sabe dónde está un sitio, qué cuesta algo o a qué hora sale un tren. Todos te responden de lo más natural lo que les parece, aunque no sea la respuesta correcta.

domingo, 26 de febrero de 2012

UNA PEQUEÑA ILUSIÓN (English below)


Todos, en una u otra medida, nos fijamos pequeños objetivos que alcanzar. Metas a corto o largo plazo que nos ayudan a superarnos ya sea en el ámbito laboral, sentimental, afectivo o de realización personal. Es condición humana, creo. Al menos yo –sin considerarme una persona excesivamente ambiciosa- carburo mejor cuando lo hago. Me gusta luchar y perseguir mis ilusiones, frustrándome cuando no las consigo y disfrutándolas en caso de éxito. Y, perdido en una isla de playas paradisiacas, he pensado en compartir una de ellas en este blog por si alguien está aburrido y le apetece leerla. Para nada se puede considerar un objetivo vital pero sí es un simpático anhelo que ha estado presente durante varios años.



Julio de 1995. Caminaba de mañana por Teatinos con mi compañero de fatigas Antonio hacia la Universidad con la intención de obtener el carné de estudiante para optar a un descuento en el abono anual del por aquel entonces Caja de Ronda. Por el camino nos cruzamos con un compañero de clase con el que apenas había intercambiado algún parco saludo hasta entonces. Sin embargo, se detuvo ante nosotros para anunciarnos que en unos minutos comenzaba en el Aula Magna la selección de estudiantes que completarían las becas Erasmus de ese año. Recordé entonces que, en efecto, yo había realizado unas pruebas de inglés para esas ayudas meses atrás, si bien más por entretenimiento que por otro motivo. Ya lo había olvidado, de hecho. Por mera curiosidad decidimos acercarnos para descubrir – sorprendido- que figuraba en la segunda posición de una lista de unos 30 candidatos que optaban a dos becas. Sonreí; para nada contemplaba estudiar fuera pero sería divertido mirar los posibles destinos. Inglaterra podría ser interesante por el idioma pero no estaba disponible y otras opciones como Italia, Portugal o Grecia se me hacían poco atractivas por la similitud de culturas. Entonces mi coordinador sacó de la chistera Dinamarca como un destino diferente, y donde poder realizar el curso en inglés y estudiar en una universidad con un sistema académico experimental y meramente empírico, opuesto a la doctrina clásica de la de Málaga (si bien eso conllevaría seguramente tener que emplear un año extra para acabar la carrera). Como abducido de repente, y ante la cara de incredulidad de mi amigo, cogí un bolígrafo y registré mi nombre dejando, como salvaguarda, una puerta de escape abierta a mi coordinador: “si no te llamo mañana para cancelar la inscripción, en septiembre estoy en Roskilde”. De vuelta a la Tierra, recogimos mi carné de estudiante y me fui para casa.



A la hora del almuerzo anuncié entre risas que me iba a Dinamarca a estudiar. La respuesta de mi padre fue tan instantánea como elocuente: “ya estás con tus locuras; déjate de decir chorradas y vamos a la mesa que se enfría la comida”. Una comida que terminó para él cuando, acto seguido, repetí mi intención más seriamente. Tras debatir los pros y contras con mis progenitores, al día siguiente decidí telefonear. En concreto, a la agencia de viajes para reservar mi billete. Sería la primera vez que saliese de España y la segunda que cogía un avión tras un viaje a Baleares con la ahora prehistórica Aviaco.



16 de septiembre. A media tarde dejé Málaga con 30 grados para llegar de noche, lloviendo y con 12 grados al aeropuerto de Copenhague, donde un escuálido estudiante alemán de 2 metros de altura ondeaba mi nombre en un tablita. Un veterano Opel Senator con el suelo generosamente decorado con latas de cerveza vacías enfilaría el camino de Roskilde a 180 kilómetros por hora llevando de pasajero a un absorto chaval de 21 años que apenas atinaba a pestañear. Durante la semana siguiente la Universidad local nos presentó a mí y a otros estudiantes de Irlanda, Italia, Alemania, Austria y Letonia los encantos daneses de la Península de Jutlandia y la isla de Zealand. Una familia danesa me enseñó mi primera palabra escandinava: SKÄL. Con una copa de snap en la mano, feliz, brindé por esa aventura.



Tres semanas más tarde la altruista Roskilde Universitet Centre nos llevó a Leipzig, Postdam, Praga y alrededores durante 10 días. No contenta con ello, febrero lo pasamos entre Montreal, Toronto, Quebec, Chicutimi, Buffalo y New York (de las míticas Torres Gemelas es la foto que acompaña este texto). En el vuelo de regreso, me adelanté al mundo facebookniano y anoté ficticiamente en mi muro “me gusta esto de aprender viajando”. Y me puse una pequeña meta; ojalá pudiese visitar tantos países como años delatase mi carné de identidad. Ni que decir tiene que es imposible conocer un lugar en una semana o en un mes pero por lo menos tener la opción de llevarme a los labios algo de cada sitio.



Mayo de 2010. Tras conocer la tierra de Drácula y asistir a una boda de la jet-set moldava, en Viena alcé mi cerveza. Eufórico esta vez, grité PROST por haber podido despertar al sol de 36 países de los 7 continentes. Una empresa cuyo coste supone renunciar a mejores posesiones y comodidades para “tirar el dinero” en unas semanas, trabajar festivos y fines de semana para “amasar” vacaciones y “negociar” alternativas con mis acompañantes y parejas. Pero con un resultado altamente enriquecedor y satisfactorio. Más que por el número en sí, por haber tenido la fortuna de conocer lugares increíbles y encontrarme con gente inolvidable que me han marcado y enseñado tanto en mi vida. Una sensación que alcanza el grado de inigualable gracias a haber compartido la mayoría de estas experiencias con mis seres más queridos, ya sean amigos, familiares, parejas o aves de paso. Esa misma noche, desde la cama del hostal, visité otra vez mi tablón de objetivos nómadas con la idea de marcarme ahora una cifra fija. Virtualmente añadí un nuevo reglón; “¿y qué tal llegar a 50?”



Febrero de 2012. Desde Bali, TOS !!



PD: Lole, ya he podido hacer eso que llevaba años negándome a ello. La ocasión lo merece...








A SMALL WISH



All of us somehow have targets we long to attach. Short and long term goals that help us improve and develop ourselves in our work, with our friends or within our family sphere. I believe it is a human being characteristic. Personally, I tend to set my own objectives. I seek and work hard for them afterwards. Both sides of the coin, failure and success, will then turn me either upset or satisfied. And now, while lost in an exotic island, I thought of sharing one of those goals with you via this blog, should you be boring at home and have 5 minutes free. Far from becoming a die or live target, it is rather a wish that has floated on the horizon for several years.



July, 1995. My friend Antonio accompanied me on my way to Malaga University in order to obtain my ISIC card so I could benefit of some discount in my year-run affiliation to the Malaga Basketball team. By chance, we met a classroom-mate who I hardly had spoken to before. Nevertheless, he approached us to tell us about a meeting in the Aula Magna Classroom in regards with the Erasmus network and EU grants linked to it. Only then came to my mind that I had filled out some kind of questionnaire and an English test for this but rather with entertainment purposes. Actually, I had completely forgotten about it. We became curious and so we followed him. To my surprise, I discovered myself second out of a 30 students list. Moreover, the grant was designated for two people. That made me smile and, purely for fun, we checked the possible destinies. UK could have been an interesting place as per the language but it was not feasible. Moreover, Portugal, Italy or France appeared as Spanish-like society. My supervisor then proposed Denmark. A different way of living, I could carry the work out in English and the academic system meant the other extreme to the traditional training and education I had had in Malaga. Hypnotized at a sudden, I grabbed a pen and signed up while my friend looked at me eyes wide open. I could only help myself by warning my supervisor: ”Give me 24 hours. Should you not receive my call for tomorrow, I will be in Denmark in two months time”. Feet back on Earth, we collected the ISIC card as planned and headed home.



At lunch time, I announced my family I was planning to study in Denmark the oncoming curse of my university career. My father’s reaction could not have been more meaningful: “you madman, stop fooling around as always and start your lunch”. A lunch he never continued since I instantly repeated I was serious. After discussing pros and cons with my parents, I decided to do the telephone call. The number I dial was the travel agency, though. I had never travelled abroad and had only flown once before.



September, the 16th. A sunny 30 degrees late afternoon witnessed my departure to Copenhagen. A rainy 12 degrees rainy evening greeted me there along with a squalid 2 meters tall German student who was waving my name on a small board. An experimented Opel Senator, which floor was generously decorated by empty beer cans, jumped into the highway at 180 kilometers per hour direction Roskilde. As its passenger, an astonished 21 years old lad who could barely flick his eyes. During the following week, the university introduced the Jutland Peninsula and Zealand Island to me and some other students from Germany, Italy, Ireland, Austria and Latvia. A friendly Danish family tough me the first word in that language: SKÄL. Excited for the adventure, I lifted up my snap glass and repeated it.

Few weeks later, the altruist Roskilde Universitet Centre took us to Leipzig, Postdam, Prague and other locations for 10 days. Furthermore, we spent February in Montreal, Toronto, Quebec, Chicutimi, Buffalo and New York (the attached picture is from the mighty Twin Towers). On the flight back, I yet foresaw the facebook literature and virtually wrote in my wall “I like being educated by travelling”. And then I did bet myself to be able to visit as many countries as years my passport ever shows. Needless to say, you will never know a location and a society in a one week or a month visit but at least I wanted to taste a glimpse of some of them.



May, 2010. After visiting Dracula’s land and attending a high-society Moldovan wedding, I put my beer up in the air in Wien. Amazed, I cried PROST as I had been able to wake up in 36 countries of the 7 continents. It is not a free ride but rather a task you pay some price for. You must sacrifice better belongings and facilities to save money you can later “waste” in two or three weeks. You have to work bank holidays and weekends so you can accumulate extra “days off”. And you are to “negotiate” the trip options with your partner and traveler mates. However, the result fully becomes satisfactory and enriching. Not only for the number of countries I visited but mainly for being so immensely lucky as I saw awesome locations and met unforgettable persons who had influenced me and tough me a lot in my life. A feeling that achieves its perfect status by realizing how grateful I must be as I had the chance of sharing most of these experiences with my relatives, closest friends, passers-by and partners. That night, lying on the hostel bed, my imagination again logged in my abstract list of nomad aims with a fixed figure in mind. I virtually added a new ticking duty; “what about visiting 50?”



February, 2012. From Bali, TOS !!


jueves, 16 de febrero de 2012

PHILIPPINES. HOME FOR HOME


Let me explain you why H.O.M.E.


Heart means much more than a blood bombing muscle in Philippines. The way Filipinos approach and treat you, their open-eyed look at you and the shining smile they dedicate to you prove this by far. The majority of them are not just polite or friendly to the tourist but also have a pure and sincere denotation when they try to help you, answer your query or simply enjoy a chat with you. Naturally, you can also meet people who try to cheat you but the majority of them are trustable and extremely helpful. They appreciate you take a picture or try to bubble thanks in tagalo and will assist you the best they can. Filipinos are also very curious but you will never confuse this with lack of respect or similar despite they will ask for you nationality, age or family at first.


Outstanding landscapes will complete this picture. A scenario filled of white sand beaches, turquoise sea water, green palm tree fields, depopulated islands, divers’ dreamed bays and gracious paths. Getting lost in a deserted island became an incredible experience. Additionally, a strange metamorphosis seems to happen here. Indeed, you will hardly find many countries where Nature and Biology seem to melt together as in Philippines. The gentle sun successes in coloring the Filipinos skin, the sea waves seem to inspire the shape of the lips, their half West half East style eyes hide a tropical captivating magnetism and the warm weather simply lends his adjective to the atmosphere they created around you.      


Many similarities with the Spanish language are found in the Filipino idiom. Where else in the world –apart from the Spanish speaking nations- would you take your “caldo” with a “cuchara”, eat “longaniza” with a “tenedor”, drink a “San Miguel” beer, take the bus on “viernes a las tres”, became a “pasajero” at the “barco”, pay “cuarenta pesos” for your “botella”, open a “ventana” with a “llave”, meet for “nochebuena” or can a bald like me be called “kalbo”? Despite you will not understand tagalo language, if you know some Spanish, you will be able to pick up some words as it uses Spanish and English terms which have suffered no alteration at all. Thus the conversation is something like: bla.bla… viernes tres de abril a las dos…. Bla.bla …. The operation manager… bla.bla… two hundred pesos… bla.bla… chorizo y longaniza. Apart from this amusing matter, English knowledge is widely extended among the population so your English will take you anywhere you need easily. This turns into a very useful tool within the tourism sector in comparison to other countries like China or Japan. Spanish and USA heritage used at its best. Spanish legacy can also be observed in churches, city layouts and households.



Entertainment will not find a better location to spread out its definition that along the 7.107 island of this archipelago. Should you like diving, golfing, partying, snorkeling, trekking, music or festivals, nice facilities, nature kingdoms and a wide agenda of cultural festivals and “ferias” awaits you in Philippines. The latino&tropical Filipino gens will do the rest. Laugh, music, dancing, parades, karaokes and amusement are guaranteed all year long. Boracay, White Beach or Danyagang Festival 2012 in Iloilo represented good examples of this where I could enjoy traditional music and dancing parades, gastronomic markets, live music on the street, different aside activities and observed how Filipinos enjoy partying by taking part on these events, getting accordingly dressed and made up, decorating streets with enormous speakers and welcoming you to enjoy with them.


 
These are the reasons why you feel like at HOME in Philippines. Nevertheless, this is not all. Yet there is an upper level you can experience there. In fact, Mathematics fails to be exact in this country. H+O+M+E does not just turn into HOME. A kind of Alchemy takes place subsequently;



- open Hearts extends into open Houses;

- the Outstanding scenario jumps into an Overwhelming environment;

- the Many Spanish similarities that amuse you will turn into unforgettable Memories that overpass you;

- and the Entertainment spreads out in Every single minute of your stay here.

   

The list of facts to sustain this will easily reach the edge of infinity. Familia Sarillo just made me feel like one more member of the family during my week with them. No matter whether I stayed, ate or slept there or not, I always had nice company and chats, an endless plate full of delicious food and a bed waiting. They let me join them in their daily live whereas cooking, shopping, playing basketball or tennis, washing, chatting, working or just hanging around together. Weng, the family’s ambassador, managed to gain time to show me around, pick me up at the hotel, look after me and make me feel soooo good, and always with a smile in her face. The rest of her hosting team - mummy, brother, sister, nephew and house helper- successfully accompanied her in making my goodbye one of the saddest moment of my whole trip. Nody nicely shared with me not only her party side and her friends but also her private island and some hidden secrets. Shaun always went an extra mile to make everybody happy and glad to attend the Iloilo meeting. Joanne offered her house from the very first minute till the last one along with her best mood and warm tenderness. Gerry impressed me with his human-touch stories and his smiles. Riza brought light and amusement so naturally.



            All of these Alchemists plus some other Magicians turned my stay in Philippines into one of the most enjoyable days of my seven months journey. To all of you: SALAMAT.


TIPS:


I saw? = Iloilo, Guimaras Island, Antique, Boracay, Puerto Galera, Manila.

I slept? = Hosted by CS Filipino familia Sarillo, cheap hotels, guesthouse, beach cottage, couch, airport floor and on the beach.

I ate? = Different Sisigs, Pantat, Adobo, Chicharron, Chorizo, Satay, Barchoy, Pan de sal, Lecheflan, several Caldos, Balut (duck egg) and national beer San Miguel

I met? = The Couch Surfing group in Iloilo, some other Filipinos and visitors from Austria, Slovenia, Canada, Indonesia, France, Switzerland, Germany, Cyprus, Bulgaria, Portugal and others.

Troubles? = I was not accepted to fly from Singapore as expected and had to spend hours booking flights to get in and out of Philippines. I had to sleep at the Singapore and Manila airports’ floor for two nights in a row.

Like most? = The people. They are so friendly and warm. The landscape and environment are breathtaking. Danyagang Festival. The white sanded islands. Boracay. The language. Their passion for basketball.

Disliked most? = They invent a wide variety of airport, environment, harbour, terminal and on and on taxes. Not big amount, though.

Transport means? = Bus (100 km), taxi (20), jeep (80), catamaran, boat, ferry (90 for the last three), car (130), moto-taxi (5), minivan (181) plus flights.

Side they drive? = Right hand side.

My Prices? = Hotel room: 10 € a night. Guesthouse: 3.5 €. Bus ticket: 4 € (130 km). Food: 1-2 € on the street 5-7 € for restaurant. Bottle of water: 0,3 €. Petrol: 1 euro/l.

Bric-a-brac? = The language becomes really funny. Also, Philipinos love basketball and you find basket boards not only in schools or parks but also besides along roads (so they can take advantage of the tarmac), near churches, in open fields. They like betting too. Likewise other places in Asia, quite a few ladyboys.